domingo, 17 de julio de 2011

San Marcos y el estadio Carlos Dittborn

Para los que no saben, en la región de Arica y Parinacota hay una polémica respecto a la remodelación del Estadio Carlos Dittborn. Sucede que en el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet (antes de terminar su mandato) comenzó un plan de reparación o construcción de nuevos estadios.

El problema fue que el principal recinto de la región no obtuvo todos los recursos necesarios (5 mil millones, aproximadamente) que sólo alcanzaban para la obra gruesa, pero no para el techo, butacas y pista atlética, por lo que se necesitaban y 3 mil millones más para terminarlo, lo que finalmente se aprobó por el Consejo Regional, tras acuerdo con el gobierno.

Más allá de toda la introducción y de quién entregó la plata, me llama la atención que la principal crítica de los medios de comunicación y la comunidad es: “¿dónde va a jugar San Marcos?” (club profesional de fútbol de esta ciudad y que nunca ha ganado algo en su vida deportiva y que entrega más rabias que alegrías).

Me preguntó ¿cuál es la obligación del Estado o la Municipalidad de entregar un recinto para que una entidad privada siga ganando plata?  En Argentina muchos equipos tienen estadio propio (Boca, River, Estudiantes, Independiente, Racing, en fin), pero en Chile son pocos los que poseen su casa (Colo- Colo, Católica, Unión.. ¿cuál más? ¿me ayuda?), prácticamente todos juegan en reductos municipales o fiscales (Arica, Iquique, Antofagasta, La Serena, Coquimbo, Viña, Valparaíso, Rancagua, La Florida, El Nacional, Concepción… uf y se puede seguir nombrando).

En lugar de reclamar, San Marcos debería gestionar desde ya su estadio, sé que es un club pobre que depende de la voluntad de su mecenas, Carlos Ferry, para pagar sueldos; pero el Dittborn debe pensarse para todos los deportes y no sólo para fútbol, qué pasa con los gemelos Araya (campeones en Marcha) y otras disciplinas; apurar la entrega del recinto es por y para la comunidad, no para una institución que cobra entrada y que sólo lo ocupa dos veces al mes, con una asistencia promedio de menos de 3 mil personas y que muestra un pobre rendimiento de local.

Otro punto interesante es que para cada partido de San Marcos, deben llegar más de un centenar de Carabineros para cuidar el orden público, pero ¿por qué no hay guardias privados?, ¿por qué San Marcos no contrata personal para la seguridad? Ahí se están gastando recursos de todos los chilenos y ojo que esto no es sólo mi opinión, sino que también me lo confirmó un alto oficial de esta región.

¿Conclusión?, que las autoridades y los dirigentes de este club dejen de ser tan frescos y den por lo menos den las gracias, porque en marzo del próximo año tendrán un estadio de lujo, mucho premio para un club mediocre que está más cerca de bajar a tercera división que de campeonar en la serie B y menos en la A, y qué decir de jugar una Copa Libertadores de América. Mejor que digan nada.

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